Toma de Constantinopla. (1453). Mientras los sultanes no habían podido navegar sin peligro por el Esti'echo, cuyas riberas cubrían sus legiones, Constantinopla pudo contar con los socorros de Genova y de Venecia y con la fuerza de sus murallas. Mahomet II, resuelto á conquistarla á cualquier precio, llenó el Bosforo de buques y de una formidable artillería, derribó las murallas que hasta entonces no habian sido batidas por resistir á estos instrumentos de destrucción. Después de dos meses de sitio, la ciudad fue tomada por asalto, y el último Constantino pereció gloriosamente en la brecha. Asi se desvaneció aquella sombra de imperio, que conservaba todavía en Oriente una imagen confusa, un recuerdo oscuro de la grandeza romana.
La raida de Constantinopla llevó el espanto á todas las naciones cristianas, poco antes indiferentes á su suerte, ó muy lentas en socorrerla. El papa Nicolás V en el congreso de Lodi, Pió II en el consejo de Mantua, alzaron su voz elocuente en favor de la fe y de la civilización que perec:an en Oriente (1454—14ü9). Algunas almas generosas respondieron á los votos de los dos grandes pontífices; pero la fria política heló el corazón de los príncipes, y el Occidente presenció sin piedad los funerales de la Grecia. Dos hermanos de Constantino Paleólogo sucumbieron en el Peloponeso, en los mismos sitios donde, tres siglos después de una tiranía impía y salvage, debia levantarse con tanta gloria el estandarte de la cruz y de la independencia.
De Los Turcos Otomanos, Desde La Toma De Constantinopla En 1433, Hasta La DeposiciÓn De AcHMET III. La conquista de Constantinopla fue seguida de la de la Servia, de la Bosnia, de la Albania, de la Grecia y de todo el Peloponeso, asi como la mayor parte de las islas del Archipiélago. El imperio griego de Trebizonda, sobre las costas del Asia Menor, sufrió igualmente la ley del vencedor (-1461). David Comneno, último emperador, pereció al filo de los alfanges de Mahomet, y muchos de sus hijos y parientes tuvieron su misma suerte.
Progresos tan rápidos causaron la alarma de las potencias cristianas. En una asamblea que el papa Pió II reunió en Mantua (1459), propuso una liga general entre las potencias de Occidente contra los turcos. De su ó ideo se publicó una cruzada, é iba á ponerse en persona á la cabeza del ejército y de la flota de las cruzadas, cuando la muerte le sorprendió en Ancona, donde habia indicado la reunión general de los confederados (4464). Este suceso, junto con el terror que infundían las armas de Mahomet,' desconcertó el plan de los principes cruzados, y sirvió para disolver su liga.
Asi se afirmó el imperio turco en Europa, y los tártaros de la Crimea también se pusieron bajo la protección de la Puerta.
El imperio turco se acrecentó aun mas, tanto en Asia como en Europa, bajo los sucesores de Mahomet II, que babian fijado su asiento en Constantinopla. La conquista de la Besarabia pertenece al reinado de Bayacelo U, y se la coloca comunmente en el año de U84.
Este principe tuvo un hermano llamado Zem ó Zizim, que habiendo tratado de disputarle el trono, se refugió en Roma, donde fue encerrado por orden del papa Alejandro VI, á petición de Baya- ceto, que se comprometió á pagar al papa una gian pensión por él. Cuando Curios VIH, rey de Francia, hizo su espedicion á Italia para la conquista del reino de Ñapóles, obligó al papa á entregarle al infortunado Zizim, de quien contaba servirse en la espedicion que meditaba contra los turcos, que no tuvo efecto.
Selim I, hijo y sucesor de Bayaceto, se aprovechó de una revolución acaecida en Persia, y de la victoria que obtuvo cecea de Tau- ris (181 4), sobre el schah Ismael, Sofi I, para conquistar elDiarbe- kir y el Álgezyra, mas alia del Eufrates.
El mismo príncipe derrocó el poderoso imperio de los mamelucos, que comprendía el Egipto, la Siria, la Palestina y una parte de la Arabia (1516 — 1517). Derrotó á los últimos sultanes de Cansulh- Alguri y Tumambey, y anonadó toda esta dinastía (17 de enero de 1517). El Cairo, capital del imperio en Egipto, fue tomada al asalto por Selim, y todos los estados de los mamelucos se incorporaron al imperio otomano. El scherif de la Meca se sometió también á la Puerta, siguiendo muchas tribus árabes su ejemplo. Solimán el Grande, que sucedió á Selim, su padre, elevó el imperio turco al apogeo de su grandeza. Además de la isla de Bodas, que quitó á los caballeros dé San Juan, y la mayor parte de la Hungría, que arrebató á sus reyes, colocó bajo su dependencia las provincias de Moldavia y de Valaquia, haciendo á aquellos príncipes vasallos y tributarios de su imperio. La ciudad de Bagdad y el lra( k-Arabi entra- eíailonde TMTM de SUS Con9uistas> cuy° hecho fijan los autores en
Este príncipe ilustró su reinado por los esfuerzos que hizo para levantarla marina, que sus predecesores hablan descuidado. Tomó á su servicio al famoso pirata Barbaroja, rey de Argel, á quien nombró0capitan-pachá, ó gran almirante. Barbaroja equipó una flota de mas de cien velas, con la que arrojó á los imperiales del Archipiélago, é infestó las costas de España, de Iialia y de Sicilia ('1665). Entretanto, á Solimán se le frustraba su empresa contra la isla de Malla. La valerosa defensa de los caballeros, junto con la llegada de la flota de Sicilia, forzó á los otomanos á retirarse.
me ayudo mucho gracias por ayudar alos estudiantes como yo !
ResponderEliminarEspero que sigan asi